En unos días protagonizados, informativamente hablando, por las tesis y másters de “todo a 100” y por la más que probable exhumación del dictador Franco, el Consejo de Administración del Elche CF ha querido de aportar su granito de arena al respecto.
Como si de cierta universidad madrileña se tratara, los mandamases del Elche CF se arrogan la potestad de ir repartiendo carnets de buen y mal periodista y, por supuesto, de decidir los límites de lo que es o no libertad de expresión emulando a un sátrapa de manual. Con este perfil tan omnipotente no extraña a nadie que, por lo que se está evidenciando últimamente en redes sociales, se autootorgaran una concesión para tener una radio en fm que pudieran controlar al 100%.
Eso sí, la deontología pregonada sólo la aplican cuando interesa. En una Junta de Accionistas un consejero engreído y arrogante puede insultar a un accionista y nadie se rasga las vestiduras. Como el grado de desfachatez en los despachos antes nobles de esa entidad otrora ejemplar sube como la espuma cada minuto que pasa, alguna cabeza pensante decidió ayer enviar una misiva al director de Cope Elche, José María Priego, para indicarle que el responsable de deportes de la emisora, Jerónimo Tormo, tenía vetado el acceso a las instalaciones del Elche CF por ser muy mal chico y no copiar al dictado de quien manda en el Martínez Valero. El escrito, por cierto, no pasaría los análisis de los famosos programas Turnitin y PlagScan sin ser tachado de plagio puesto no deja de ser, en un alto porcentaje, un generoso copia-pega de principios teóricos de la buena práctica del periodismo que, según el Consejo de Administración del Elche CF, incumple a diario el citado informador. Eso sí, si esos códigos se incumplen para aplaudir y agasajar a los que mandan, no pasa nada, está absolutamente justificado.
Con este panorama era de esperar que la reacción popular fuera abrumadoramente contraria a la dictatorial medida y que haya llovido (sobre mojado y sobre un material repelente) una ingente cantidad de opiniones negativas hacia los “ofendidos” consejeros.
La crítica hacia la medida tomada por el Elche CF por parte de profesionales de la información deportiva, tanto a nivel local, provincial y nacional ha sido prácticamente unánime; en algunos casos metida con calzador y huyendo del apoyo explícito a Tormo no sea que luego los Consejeros le tiren de las orejas a alguno o dejen de anunciar sus negocios y los de sus amigos en sus medios. Sigue siendo chocante que, tras muchas horas desde que se conociera esta decisión, la asociación de informadores de la ciudad no haya hecho público ningún comunicado al respecto.
Con todo, lo más sorprendente es que el escrito en ningún momento contempla que se vayan a tomar medidas legales para defender la honorabilidad de quienes pudieran sentirse víctimas de las supuestas manipulaciones y tergiversaciones de Tormo. Quizás no sea tan sorprendente; con la misma facilidad que un Consejero se pone el traje de profesor e intenta dar una clase de contabilidad al “inculto populacho” que acude a las Juntas de Accionistas, ahora se ponen el de Catedrático de Ciencias de la Información o el de Juez, si fuera necesario.
¿No estaremos ante una cortina de humo para dejar en un segundo plano asuntos determinantes para el futuro inmediato de la entidad? Lo cierto y verdad es que Cope Elche, la emisora de programación convencional más escuchada de la ciudad según el último EGM, seguramente sumará más oyentes a raíz de esta rocambolesca decisión del Consejo de Administración del Elche CF.
Como rectificar es de sabios, no se atisba ninguna intención por parte de “los amos” del Elche CF de hacer que las aguas vuelvan a su cauce.