La decisión de la flamante televisión pública valenciana de
ignorar las representaciones del Misteri d'Elx en agosto y, tras la ración de
críticas recibidas, ofrecer en la tarde del 9 de octubre, en diferido, el
concierto que tres días antes había ofrecido la Capella en el Palau de les Arts
de Valencia con motivo de «l´Any dels Misteris Assumpcionistes Valencians» parece que no ha acabado de ayudar a cicatrizar las
heridas provocadas en verano.
Las 1400 personas que completaron el aforo del
recinto estuvieron a punto de quedarse sin concierto, según publica el
diario Información, por las discrepancias surgidas entre miembros de la
comitiva ilicitana y los encargados de la grabación para À punt.
Las
desavenencias vinieron provocadas por la ubicación de diferentes elementos
técnicos por parte del equipo de la televisión autonómica que obligaba a algunos de los
cantores a tener que modificar su posición en el escenario. La tensión
alcanzada llegó a hacer peligrar la celebración del concierto.
Como los políticos locales, que sí viajaron con la Capella a
Lyon al concierto celebrado en tierras francesas a finales del pasado mes de
septiembre, no aparecieron por la capital valenciana, nada pudieron hacer para
intentar que, de manera definitiva, se limaran asperezas entre las dos partes
enfrentadas. Resulta necesario que sea normal que el drama sacro-lírico
religioso ilicitano, Obra Maestra del
Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco, reciba de
la televisión de todos los valencianos el tratamiento que se merece.
